lunes, 27 de septiembre de 2010

Escritura Automática -43-


Le fascinaba un olor suave invernal, que solo percibía en sueños.Estos, se repetían a menudo en calurosas noches de verano. El escape era un continuo, su realidad pasaba a segundo plano.
Desde su perspectiva cabizbaja, divisó un desierto en la moqueta donde yacían estridentes cadáveres de hombres y mujeres con billetes encajados en sus costillas.
Desde aquel segundo plano, se transformó en el observador-ejecutor. Las mujeres entrecerraban sus ojos con gestos de timidez nerviosa, los hombres canosos, lo miraban de soslayo, preparando su temperamento, para la hora acordada.

Otro doloroso intermedio, otro inmortal despedazado, seguía siendo una dictada marioneta, embasada en papel de celofán.Relamió otro caramelo, y siguió su automatismo:
Prostitutas, besos fríos, sexo, alcohol, miradas hacia abajo, enredos de medias, cigarrillos apagados, pollas apagadas, bocas cerradas. Despertó con su cara aplastada por un pie contra la pared, admiro un cuadro de decadencia total, donde fue coronado por unanimidad como rey

Todos lo adoraron, todos babearon, todos se sintieron felices , pero él, como si le hubieran cortado el cordón umbilical, se puso a llorar, por la cruda realidad. Su placebo se había acabado y su imagen se evaporó, expandiéndose hacia todas las direcciones.


Escuchar: Mode Plagal- By the First Light

2 comentarios:

  1. Maldita sea la vida y su capacidad de soñar, porque a veces nos hacen prescindir de la realidad*

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